miércoles, 25 de abril de 2018

Ha bebido demasiado

Ha bebido demasiado

Estaba en la primera cita con un tipo que era definitivamente lindo y mi tipo. Bebí demasiado y me llevó a casa. Me ayudó a meterme en la cama y estaba a punto de irse cuando Sexo En Línea lo arrastré de vuelta hacia mí. Estuve pensando en lamerle la polla toda la noche. Lo vi ponerse duro en la cena y había seguido imaginando su pene en mi lengua y en mi garganta.

A regañadientes se acostó conmigo y le aseguré que estaba bien, mientras se desabrochaba los pantalones. Empezamos a besarnos mientras me sentaba a horcajadas sobre él mientras le sacaba la flecha. Empecé a mover mi lengua sobre su cabeza mientras gemía. Su larga y dura polla palpitaba por Jovencitas En Vivo mi húmeda y sexy boca. Escupí en su polla y empecé a golpearle profundamente mientras gemía. Su semen estaba palpitando de su gran polla y explotó en mi garganta.

Él tiró de mi coño mojado goteando hasta su boca y me hizo sentarme en su cara mientras me cogía con la lengua y movía la lengua a lo largo de mi coño, mientras yo me meneaba y gritaba de placer. Llegué y todo el jugo de mi coño entró en su boca y Jovencitas En Webcam él usó su lengua para limpiar mi clítoris. Luego me montó de cara a mi armario y se aferró a los costados, y me cogió duro y fuerte hasta que me dolió. Pedí más y luego nos reunimos y temblamos de placer.

Encontrada por los policías, cubierto en eso

Encontrada por los policías, cubierto en eso

Conocí a un chico guapo en internet. Normalmente hablábamos en salas de chat y yo me burlaba de él. Entonces finalmente le dije que podíamos vernos. Nos conocimos en un restaurante y hablamos. No usé ropa interior esa noche. Se metió debajo de la mesa para jugar conmigo y se dio cuenta

de que no llevaba nada. Sonrió y empezó a tocar mi clítoris. Tuve que contener un gemido. Me sentí tan bien. Siguió adelante e insertó un dedo en mi coño, luego otro, mientras frotaba mi clítoris. Esta vez me quejé en voz alta, atrayendo la atención de los clientes. Me las arreglé para decirle que deberíamos continuar con esto en otro lugar. Dijo seguro.

Subimos al coche y nos dirigimos a un terreno vacío. Antes de que pudiera preguntar por qué estábamos aquí, volvió a coger mi clítoris. Esta vez me quejé en voz alta mientras él hacía lo mismo - el dedo follando conmigo con dos dedos mientras todavía tocaba mi clítoris. Yo estaba reacio al principio a abrir mis piernas, para que él pudiera tener más acceso. Él sonrió y dijo: "Niña sucia. ¡Actuar así en público! Voy a tener que follarte con mi gran polla para que no lo vuelvas a hacer". Asentí con la cabeza. Yo quería que me cogiera tan fuerte, pero él seguía jugando conmigo, señalándome con el dedo y luego resistiéndome antes de que estallara. Finalmente empujó el asiento hacia atrás y se subió encima de mí, primero mostrándome su verga gruesa de 10 pulgadas. Estaba un poco asustada porque nunca antes había tenido uno tan grande. Vio mi cara y dijo que tendría cuidado. Lo puso pulgada a pulgada. No podía dejar de quejarme. Por fin estaba dentro. Me cogió despacio, y luego fue más rápido. Grité tan fuerte que avergonzaría a las hienas. Siguió adelante, luego cambió de posición. Me cogió al estilo perrito mientras jugaba con mi clítoris, luego misionero, y algunos incluso los inventamos. Finalmente nos despertamos, encontrados por la policía y cubiertos de semen. Eran dos mujeres oficiales y las dos sonreímos. Pero esa es otra historia.
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Crudo, duro y sudoroso

Crudo, duro y sudoroso

Yo tenía 19 años en ese momento y estaba charlando en una sala de chat de AOL. Empecé a hablar con este tipo. Tenía 25 años y era hispano y absolutamente precioso según las fotos que envió. Después de un mes más o menos, finalmente decidimos encontrarnos, en los términos en que sería estrictamente sexo. Los dos teníamos corazones rotos en el pasado y no queríamos ataduras.

Me recogió de mi apartamento y fuimos a su apartamento. Puso una película y nos sentamos en el sofá. Comencé a frotar el aro de Sexo En Vivo De Jovencitas mi lengua a través de la fila superior de dientes en mi boca, causando un poco de ruido. Prestó atención. Empezamos a besarnos furiosamente. Entonces decidimos volver al dormitorio. Se sentó a un lado de la cama y le saqué la polla hinchada y palpitante de los pantalones. Empecé a chuparla como si no hubiera mañana. Finalmente, se hartó y me tiró en la cama, arrancándome la ropa. Se colocó entre mis muslos y procedió a comerme. Nadie había sido capaz de hacerme acabar así, pero él lo hizo, una y otra y otra vez.
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Una vez que tuve suficiente, me dio una palmadita en el culo y me colocó en posición para que encontrara su polla mientras me empujaba, golpeando más fuerte y más profundo cada vez - el sentimiento era puro gozo. Después de unos 10-15 minutos de bombear crudo, duro y sudoroso, se retiró y vino sobre mi estómago. Luego nos vestimos y me llevó de vuelta a casa. Ese fue realmente el mejor sexo de toda mi vida. Ahora tengo 24 años y estoy felizmente casado con este hombre y déjame decirte, el sexo nunca se vuelve aburrido.
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Primer Dedo

Primer Dedo

Cuando tuve mi primera digitación, acababa de salir de la escuela secundaria y acababa de conocer al hombre que se convirtió en mi marido. Era unos años mayor que yo, pero aún era virgen y yo fui su primera novia. Yo también era virgen. Fue dos semanas después de que empezáramos a salir que él quería follarme. Yo también quería cogérmelo. Vino una noche y estábamos en la puerta de la casa de mis padres. Empezamos a besarnos y él empezó a tocarme. Me metió la mano debajo de la camisa y empezó a jugar con mis pezones hinchados. Dios, eso se sintió bien. Se agachó y empezó a chuparlas. Luego empezó a bajar y empezó a jugar con mi clítoris sobre mis pantalones cortos. Se levantó y se acercó mucho a mí, metió sus manos en mis pantalones y empezó a jugar con mi coño. Luego deslizó un dedo en mi coño mojado y se sintió tan bien. Prácticamente me derretí en sus manos. Jovensitas Empezó a ir más profundo y más rápido. Hice todo lo que pude para mantenerme callado, porque aún estábamos en la puerta de la casa. Luego metió dos dedos y siguió yendo más rápido y más fuerte. Estaba empezando a hablar más fuerte y se detuvo.

Entramos a mi cuarto cuando mi familia dormía. Empezamos a quitarnos la ropa y él empezó a acusarme de nuevo. Su polla empezó a ponerse muy dura y tenía un buen tamaño. Dejó de tocarme y se puso encima de mí y en posición, con su polla delante de mi coño muy mojado. Comenzamos a deslizar su polla dura en mí lentamente porque estaba empezando a lastimar mi coño apretado. Me aguanté los gritos porque no quería despertar a nadie. La deslizaba cada vez más y más, bombeándome lentamente. Entonces empezó a acelerar el paso y a los cinco segundos de entrar en mí completamente, sacó su polla y se descargó sobre mi estómago! Nos limpiamos y empezamos de nuevo.
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Extraño Sus Nueve Pulgadas

Extraño Sus Nueve Pulgadas

Era nuestra tercera cita. Habíamos estado teniendo sexo telefónico pero aún no lo habíamos hecho en persona. Luego me dijo que tenía 9 pulgadas. Quería tanto que me cogiera que me quedé sin aliento cuando pensé en él. Nuestra cita comenzó por la mañana y para el mediodía habíamos decidido conseguir una habitación en un Super 8 porque no podíamos quitarnos las manos de encima y necesitábamos un poco de alivio. Tan pronto como llegamos a nuestra habitación y pusimos el cartel de "No molestar" en el pomo de la puerta, empezó a besarme con tanta pasión y a frotarme la

entrepierna con una mano y con la otra mano corriendo por mi pelo. Rápidamente me mojé mucho.

Le desabroché los pantalones y bajé las manos para ver si decía la verdad. ¡Claro que lo era! Le bajé los vaqueros hasta los tobillos y empecé a chuparle la polla. Todavía estábamos de pie cerca de la puerta principal, así que lo guié hasta la cama y lo hice recostar. Lo lamí y lo chupé, lo mordisqueé y lo acaricié hasta que cayó duro por la parte posterior de mi garganta. No había mentido, su polla medía al menos 9 pulgadas.

Sólo le tomó 5 minutos ponerse duro de nuevo. Nos fuimos y volvimos por unas 6 horas ese día, sólo tomamos un descanso de 30 minutos para una siesta energética. Él expertamente me señaló y encontró mi punto G una y otra vez. Soy un chorro de agua y he empapado completamente cada toalla de la habitación. Vine por lo menos 7 veces ese día y cada vez era mejor y más intenso que la vez anterior. Nuestro sexo era caliente, sexy y asombroso. Al día siguiente me dijo que no iba a dejar a su esposa después de todo y dejé de verlo. Echo de menos sus nueve pulgadas de cielo puro.
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